Internet ha abierto la puerta a la democratización del sector inmobiliario gracias al proptech (todas aquellas empresas en las que su actividad está basada en un fuerte componente tecnológico con la industria de la propiedad).
Estas compañías han revolucionado y digitalizado un sector meramente analógico y tradicional ofreciendo revolucionarios productos y servicios que han facilitado, por ejemplo, el acceso a la financiación participativa en el Real Estate (crowdfunding inmobiliario) a través de dispositivos conectados a la red (ordenadores, tablets, smartphones…). Sólo en 2018 las tecnologías proptech crecieron un 300% con respecto al año anterior y albergaron 238 empresas dedicadas a este sector de actividad, que da empleo a 5.000 personas. Se estima que esta cifra crezca hasta las 7.500 personas en 2019, con un especial auge en los próximos 12 meses de las Plataformas de Financiación Participativa.
Los proveedores de servicios de financiación participativa ofrecen diversos proyectos en sus webs que suelen disponer de altas rentabilidades con inversiones mínimas se encuentran adaptadas a cualquier perfil de inversor.
El crowdfunding inmobiliario engloba las operaciones de préstamos o ampliaciones de capital vinculadas a una sociedad que quiere realizar un proyecto de compra, venta, reforma, alquiler o construcción de un inmueble, entre otros. Gracias a la participación de los inversores la sociedad puede conseguir su objetivo mediante este préstamo participativo, y los usuarios, con sus aportaciones, obtienen altas rentabilidades.
Antes de invertir en proyectos de crowdfunding inmobiliario los promotores deben compartir toda la información del proyecto para que, antes de realizar cualquier aportación, el inversor conozca todo el plan de negocio de dicha oportunidad, ya que toda la información se encuentra al alcance de un clic.
Actualmente el mercado está organizado en plataformas que conectan proyectos inmobiliarios con inversores a través de medios digitales. En la mayoría de países estas plataformas deben obtener una licencia a través de su regulador.
En el crowdfunding en España de inversión, desde 2015 son un mercado regulado y los proveedores de servicios de financiación participativa tienen la obligatoriedad de obtener la aprobación de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), cuya autorización pasa también por Banco de España en el caso de plataformas que concedan préstamos.
Esta modalidad de inversión ha tenido una gran acogida en el mercado, con un crecimiento exponencial en los últimos años según reflejan los datos. Tal y como revela el ‘Informe Anual del Crowdfunding en España 2018’ (Fuente: Universo Crowdfunding):