Invertir en activos inmuebles ha demostrado ser una opción que reduce el riesgo en la inversión y perfecta para diversificar cualquier cartera. La inversión en bienes raíces está considerada como una inversión alternativa, que engloban a todos aquellos activos no tradicionales (acciones, bonos, depósitos o fondos de inversión).
Además, invertir en bienes inmuebles es un activo perfecto que protege los ahorros del inversor frente a la inflación. La subida generalizada de los precios durante un periodo estimado hace decaer el poder adquisitivo de todo ahorrador, pero invertir en bienes raíces son un gran valor que protege mucho a los inversores frente a esta corriente.
A su vez, el mercado inmobiliario español ha vivido una adaptación a las nuevas tecnologías y procesos sin precedentes, al igual que las ciudades. Tal es así que ámbitos que parecen tan dispares como las criptomonedas y el Real Estate ya disponen de varios puntos en común. Ya es posible invertir en propiedades comprando una casa a través de bitcoins. El pago en España a través de esta moneda está legalizado y algunas agencias inmobiliarias lo aceptan como moneda de cambio, siempre que el valor sea cambiado a euros. Este tipo de transacciones serán de lo más habituales en un futuro cercano, ya que la red en la que se realizan, el blockchain, es un sistema hiperseguro gracias a su compleja encriptación.
Esta transformación suma además las ventajas que las inversiones alternativas ofrecen al inversor frente a los planes tradicionales, como son:
Diversificar las carteras y disminuir el riesgo
El inversor deposita parte de sus ahorros en varios activos diferentes con un mayor o menor nivel de solvencia por lo que se disminuye considerablemente el riesgo de concentración, producido cuando el inversor apuesta todo su capital en un sólo activo, lo que es totalmente desaconsejable.
Mayores rentabilidades que con los productos financieros tradicionales
Productos financieros tradicionales como los depósitos a plazo fijo (IPF) apenas alcanzaron a ofrecer rentabilidades superiores al 0,50% en 2018.
En cuanto a los planes de pensiones, muy populares en años anteriores a la crisis económica, son productos algo desgastados, ya que su rentabilidad es muy baja y su rescate es costoso y en ocasiones sólo se puede realizar si se dan circunstancias muy especiales.
Por su parte, invertir en Bolsa en el 4º trimestre de 2018 ofreció unos resultados negativos de -15%. En cuanto a los Bonos del Estado apenas otorgan una rentabilidad del 1,4%. Cifras que contrastan con la rentabilidad que ofrece el inmobiliario. Según datos del Banco de España, en el 4º trimestre de 2018 la rentabilidad media que alcanzó invertir en bienes inmuebles fue de doble dígito en vivienda (10,5%), lo que confirma la buena salud que atraviesa el mercado inmobiliario español.
Por su parte, el crowdfunding inmobiliario ha llegado a ofrecer a los inversores rentabilidades objetivo anuales que se han acercado al 25% o, incluso superiores, lo que hace que cada vez más personas apuesten por aportar capital en este tipo de financiación.
Oportunidades que ofrecen más confianza, seguridad y transparencia
La recesión económica de años anteriores disminuyó las rentabilidades ofrecidas por los bancos y productos de inversión tradicionales, además de limitar la concesión de hipotecas. Estos hechos generaron una gran desconfianza de los clientes hacia estas entidades. Esto ha favorecido a que las carteras hayan virado hacia las inversiones alternativas, como el Real Estate, que ha demostrado crecer gradualmente.
A su vez, la evolución, integración y transformación tecnológica del sector inmobiliario, denominado como proptech, ha facilitado a los usuarios muchos procesos haciéndolos más seguros, transparentes (al ofrecer toda la información al detalle) además de democratizar su acceso, como por ejemplo el crowdfunding inmobiliario.
Internet ha hecho realidad que desde cualquier parte del mundo, con tan sólo un dispositivo y una conexión, los inversores puedan aportar dinero en oportunidades a las que antes no podían tener alcance por desconocimiento, tiempo o capital.
Una gestión fácil, rápida y que da acceso a la economía real a través de invertir en bienes que ha abierto el mercado a nuevos y recurrentes inversores que confían en alternativas como la financiación participativa.
A su vez, multitud de importantes eventos de Real Estate tienen como protagonista a la tecnología orientada al inmobiliario.
España, preferencia por el inmobiliario
Invertir en bienes raíces en España atrae a multitud de inversores nacionales y extranjeros. A la suma del crecimiento económico del país hay que añadirle la ‘tradición’, seguridad y rentabilidad del que disfruta el mercado inmobiliario español.
Según datos de la consultora especializada CBRE el volumen de inversión realizado en 2018 fue de 18.740 millones de euros, cifra muy superior a 2017, con un crecimiento interanual del 46%, datos que demuestran la recuperación del sector, al alza desde 2012. Inversores procedentes de Europa y Estados Unidos coparon el 57% del capital extranjero invertido en España.
Es importante el gran interés de la inversión en locales comerciales. El comercio sumó algo más de 4.269 millones de euros en datos al 4º trimestre de 2018 por parte de los inversores, lo que demuestra que, además de invertir en pisos, hacerlo en un local comercial puede ser una opción de negocio rentable.
Real Estate, por Comunidad Autónoma
Las previsiones auguran que para este 2019 el precio de la vivienda se encarezca alrededor de un 4% en comparación con el año anterior, una subida mucho más moderada que en anteriores periodos.
En 2018, el valor de los inmuebles residenciales creció un 5,8% con respecto a 2017. Si se atiende a la tasa de variación anual de 2018 correspondiente al segundo trimestre, se observa que Madrid (10,1%), Cataluña (9%), Baleares (8,3%) y País Vasco (5,9%) son las Comunidades Autónomas que más encarecieron sus inmuebles en comparativa a los 12 meses anteriores.
Barcelona y Madrid volverán a repetir este 2019 como las ciudades más atractivas para invertir en propiedades. En el segundo semestre del pasado 2018 Madrid y Barcelona volvieron a acaparar las mayores subidas del mercado inmobiliario. Para hacerse una idea de cómo evoluciona el mercado sólo hay que ver el reflejo de estas dos urbes.
Barcelona siguió siendo la ciudad más cara de toda España donde, de media, el metro cuadrado subió un 6% de valor interanual en el segundo trimestre de 2018 con un precio de 3.281 euros el metro cuadrado. Por su parte, Madrid hizo lo propio con una mayor subida, de hasta un 18,9% de media en este segundo trimestre de 2018 y un precio de 2.826 euros el metro cuadrado.
Por barrios, Barcelona situó a Sarriá - Sant Gervasi como el más caro con un coste de 4.512 euros el metro cuadrado. Madrid hace lo propio con Salamanca, con un valor de 4.647 euros el metro cuadrado.
