Si hablamos de “participaciones” respecto de una sociedad:
Las participaciones sociales son las partes alícuotas e indivisibles que conforman una sociedad de responsabilidad limitada. Representan las aportaciones al capital social por parte de sus socios o partícipes.
Las sociedades mercantiles de responsabilidad limitada dividen su capital social por medio de participaciones sociales. De este modo, se distribuye la propiedad de dichas sociedades entre los poseedores de las mismas.
Por lo general, las participaciones sociales son tratadas como partes alícuotas e idénticas. Todas ellas suponen el compromiso de sus propietarios o titulares de asumir los distintos derechos y obligaciones en la empresa en cuestión.
Entre estos derechos, se encuentran conceptos como la prenda o el usufructo. Son algunos de las ventajas más comunes en el caso de sociedades limitadas, compartiendo una naturaleza económica nunca de derecho de decisión o voto.
Si hablamos de “participaciones “respecto de un fondo de inversión.
En un fondo de inversión, una participación es cada una de las partes iguales (alícuotas) en las que se divide el patrimonio gestionado por el fondo.
Para invertir en un fondo hay que comprar participaciones, operación que se denomina suscripción. La operación opuesta es el reembolso, que consiste en vender participaciones para recuperar el capital invertido y las ganancias o pérdidas producidas.
Las participaciones tienen un precio, denominado como valor liquidativo. El valor liquidativo se calcula dividiendo el patrimonio del fondo entre el número total de participaciones emitidas. Por lo tanto, el precio de las participaciones aumenta o disminuye todos los días en función de la rentabilidad de la cartera de activos del fondo.
Acciones y participaciones: parecidos razonables
Una persona que invierta en bolsa compra acciones. Las acciones son las partes alícuotas del capital de la empresa, que dan derecho a cobrar dividendos, asistir a juntas de accionistas y en última instancia son un título de propiedad de una compañía.
Por lo tanto, una participación es a un fondo lo que una acción es a una compañía cotizada.
Por el contrario, existen algunas diferencias:
● Las acciones son indivisibles, sólo se pueden comprar partes enteras de una acción. Las participaciones sí son divisibles, pudiendo un inversor en fondos comprar, por ejemplo, media participación. De hecho, lo habitual es comprar fracciones de participaciones con varios decimales.
● Las acciones (salvo en una OPV o ampliación de capital) no se crean ni se destruyen. El número de acciones de una empresa es una cantidad fija, y para comprar una acción debes encontrar un inversor que la tenga y desee vendértela (es por este motivo que existen los brokers y sus comisiones). En cambio, las participaciones sí se crean en las suscripciones y se “destruyen” en un reembolso.
Tenga en cuenta que este hecho no perjudica ni beneficia a los antiguos partícipes del fondo. Y es que, cuando la gestora emite una nueva participación, a su vez se añade como colateral en la cartera del fondo el dinero que invierte el nuevo partícipe.